La salud del ganado ovino es crucial para la industria agrícola y ganadera, y la enfermedad de la lengua azul se ha convertido en un tema de preocupación creciente en España. Este virus, transmitido por insectos vectores, ha afectado a rebaños en diversas regiones del país en los últimos meses, generando inquietud entre los ganaderos y las autoridades sanitarias.
¿Qué es la enfermedad de la lengua azul?
La enfermedad de la lengua azul, está causada por un virus de la familia Reoviridae, del género Orbivirus. La especie ovina es la más afectada normalmente, mientras que bovino y caprino no muestran normalmente ningún signo clínico de la enfermedad y pueden actuar como portadores. La transmisión ocurre a través de la picadura de insectos, especialmente los mosquitos del género Culicoides. Los síntomas varían mucho en función de las distintas cepas, y en la gravedad del cuadro clínico influyen factores como edad, raza o el estrés, pero la característica más distintiva es la inflamación de los vasos sanguíneos, lo que puede causar lesiones en la lengua y mucosas.
La enfermedad no es contagiosa, pero sí existe la posibilidad de transmisión vía placental a los fetos en caso de hembras gestantes. La presencia del virus en semen sucede tan solo en los momentos de máxima viremia, por lo que la transmisión por semen carece de importancia a nivel epidemiológico. Igual ocurre con la posibilidad de la transmisión a través de la sangre mediante el empleo de una misma aguja para diferentes animales en los tratamientos de los mismos.
Impacto en el Ganado Ovino.
Los efectos económicos y productivos de la enfermedad de la lengua azul son significativos. Se experimentan mermas importantes en la producción de carne y lana, lo que afecta directamente a la rentabilidad de sus explotaciones. Además, el estrés en los animales y la posible mortalidad pueden tener consecuencias a largo plazo en la salud general del rebaño.
Enfermedad de la Lengua Azul: últimos brotes en España.
Debido a la aparición estacional de mosquitos, en España la época de mayor riesgo de aparición de la enfermedad se produce a finales de primavera y principios del otoño. Sin embargo, la viremia puede ser muy larga, lo que explicaría la aparición de nuevos brotes fuera de estos periodos.
El último brote registrado es de noviembre de 2023 en la región de Murcia. Ante ello, se han reforzado las medidas de prevención, vigilancia y control en la zona. Además, se va a instaurar la vacunación obligatoria frente al serotipo 4 del virus para los animales mayores de tres meses de las especies ovina y bovina en este territorio.
Medidas de prevención y control
Vacunación: Una de las medidas más eficaces de lucha contra la enfermedad es la vacunación profiláctica. Dichas vacunas deberán ser específicas frente al o los serotipos que se hayan aislado en la zona a tratar.
Estas vacunas son fáciles y rápidas de producir aportando inmunidad de un año de duración. Sus inconvenientes son:
- No son eficaces en ganado bovino y caprino.
- Pueden producir viremia vacunal, por lo que se desaconseja su uso en épocas de vector activo.
- Pueden producir alteraciones reproductivas en los animales tratados.
Otra alternativa son las vacunas inactivadas frente a algunos serotipos, que no tienen los inconvenientes de las anteriores, aunque se necesitan más dosis y tienen un tiempo de inmunidad menor.
- Vigilancia serológica: se utilizan animales centinela que permitan una detección precoz de la presencia de la enfermedad.
- Confinamiento: confinamiento de los animales en las horas del día de mayor actividad del vector.
- Insecticidas: uso de ectoparasiticidas en animales, y de insecticidas para naves y medios de transporte, con especial atención a los équidos, que, aunque no pueden ser infectados de LA, sí pueden llevar con ellos mosquitos del género Culicoides que pueden portar el virus.
- Estudios entomológicos: mediante la colocación de trampas que nos permitan conocer las especies de Culicoides que pueden transmitir la enfermedad y cuándo aparecen en la región objeto de estudio.