mosquito flebotomo

Mosquito flebotomo: qué enfermedades transmite

Cuando convivimos con perros en casa es importante protegerlos correctamente contra las enfermedades que transmiten los parásitos. El mosquito flebotomo es una de las grandes amenazas para nuestros compañeros de cuatro patas, ya que transmite la famosa leishmaniasis canina.

En el artículo de hoy hablamos sobre el Flebotomo, qué enfermedades transmite y cómo puede ser una amenaza.

Mosquito flebotomo: cómo identificarlo

Los flebótomos son insectos dípteros de la familia Psychodidae. Cuando son adultos miden aproximadamente 3 milímetros y pueden diferenciarse claramente a machos y hembras. Los mosquitos macho se alimentan principalmente de azúcares y plantas, mientras que las hembras son hematófagos, es decir, se alimentan de sangre.

Este parásito suele darse en zonas con una temperatura ambiental estable y mucha humedad. Puede reproducirse y crecer tanto en entornos rurales como en urbanos: grietas, madrigueras, sótanos, troncos vacíos…

Los flebótomos aparecen con la llegada de la primavera y el verano. Las horas de mayor riesgo de picadura son las del amanecer y el atardecer, ya que coinciden con los momentos en los que están más activos.

Enfermedades transmitidas por el flebotomo: descripción y síntomas

Los mosquitos del género Phlebotomus son vectores, es decir, no causan una enfermedad por sí mismos, pero pueden transmitir al agente causal de la leishmaniasis de un perro a otro. El problema es que el protozoo de la leishmaniasis es capaz de vivir dentro de su organismo, aferrándose a sus paredes intestinales. Cuando una hembra pica a un perro que ya está contagiado, puede propagar el contagio a los siguientes animales de los que se alimente.

No obstante, existen diferentes variantes de este protozoo y no todas afectan a las personas. En España la más común es la L. infantum. Este tipo de parásito solo afecta a los cánidos y a personas gravemente inmunodeprimidas, por lo que no debemos preocuparnos en exceso. No hay evidencia de que tener un perro con leishmaniasis aumente el riesgo de sus propietarios a padecerla.

Tipos de lehismania y síntomas

Esta enfermedad zoonótica puede manifestarse de dos formas:

  • Leishmania sistémica o visceral. Los síntomas suelen aparecer varios meses después de producirse la picadura del insecto. Esta es la forma más grave de la enfermedad. Los protozoos atacan a los órganos internos, sobre todo, al hígado, al bazo y al riñón. Los síntomas más frecuentes son los vómitos, la diarrea, el dolor articular (cojera), la pérdida de apetito y el sangrado nasal.
  • Leishmania cutánea. Afortunadamente, este tipo es el más común y el menos grave en perros. Cursa con descamaciones en la piel, pérdida del pelo (especialmente alrededor de las mucosas), pérdida del apetito, crecimiento desmesurado de las uñas y anemia.

Es importante saber que, a pesar de los tratamientos, esta parasitosis nunca se cura por completo. Los medicamentos sirven para contener la proliferación de los parásitos y limitar los daños en los órganos, pero el animal permanece infectado de por vida. Sin embargo, cuando la enfermedad se diagnostica a tiempo, nuestros amigos de cuatro patas pueden tener una buena calidad de vida.

Prevención de picaduras de flebotomo: medidas de protección recomendadas

Cuando se trata de L. infantum es mejor prevenir que curar. Gracias a algunos productos de efecto preventivo, a los tratamientos novedosos y a pequeños cambios en nuestros hábitos, resulta sencillo reducir las posibilidades de contagio en nuestros perros.

Uso de antiparasitarios externos

En el mercado existen collares, pipetas, lociones y champús que nos ayudan a proteger a nuestro can. Con el aumento del mosquito flebotomo debido al cambio climático, conviene emplear estos productos durante todo el año. Es más, algunos veterinarios recomiendan utilizar una combinación de varios de ellos durante la primavera y los meses estivales para aumentar la eficacia.

Estos productos contienen piretroides semisintéticos que tienen un efecto repelente. Las moléculas de los principios activos impiden que los insectos piquen al perro y, con ello, prevenimos la transmisión del protozoo.

Vacuna contra la lehismania

En 2011, se lanzó al mercado la primera vacuna de carácter preventivo contra la leishmaniasis canina. A partir de ese momento, varias farmacéuticas han sacado la suya. La acción comienza a funcionar a partir de los 28 días de su administración y tiene efecto durante un año.

El objetivo de este medicamento es reducir drásticamente los síntomas en el caso de que el animal se contagie de L. infantum. Así, se disminuye el desarrollo de la enfermedad, los signos clínicos y la carga parasitaria en el bazo y en los ganglios linfáticos. Es cierto que no evita la zoonosis, pero sí contribuye a que afecte lo menos posible al can.

Rutinas y hábitos

Como hemos visto anteriormente, las horas de mayor actividad de los dípteros son el atardecer y el amanecer. Si tratas de ajustar los paseos con tus canes y esquivar estos picos de actividad, estarás protegiéndolos frente a muchas picaduras.

Otra recomendación es utilizar mosquiteras en las ventanas y zonas de paso. Si queremos un extra de seguridad, también puedes impregnarlas en repelente y utilizar enchufes antimosquitos para dormir.

Para concluir, debemos recordar que trabajar en la prevención de la picadura del flebotomo es lo más eficaz para defender a nuestras mascotas. En este sentido, aconsejamos optar por FRONTAL DELTA Collar Medicamentoso de Zotal y emplear cada quincena PARASITAL Champú y PARASITAL loción para reforzar la protección.

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