En los últimos años, la gripe aviar ha sido una preocupación constante en el ámbito de la salud pública debido a su potencial para generar pandemias. Aunque históricamente ha sido una enfermedad confinada a las aves, los recientes casos de transmisión a humanos han encendido las alarmas en la comunidad médica. El riesgo de que la gripe aviar en humanos (conocida también como influenza aviar) se transmita está en aumento, lo que plantea nuevos desafíos para el control de enfermedades infecciosas.
¿Qué es la gripe aviar?
La gripe aviar es una enfermedad causada por virus del tipo influenza que afecta principalmente a las aves, tanto domésticas como silvestres. Existen varias cepas de este virus, pero las que más preocupan son las cepas altamente patógenas, como el H5N1, H7N9 y el más reciente H5N6. Estas cepas, consideradas altamente patógenas, provocan grandes mortandades en aves susceptibles, y en casos raros pueden transmitirse a humanos a través del contacto directo con aves infectadas o sus productos, como plumas, carne o excrementos. Es también habitual el paso del virus a otros mamíferos. La actual epidemia de virus de influenza en vacas lecheras en EEUU, transmitido a través del ordeño mecanizado es un ejemplo. A fecha de hoy hay más de 200 explotaciones afectadas en 14 estados, y se han confirmado 14 casos de contagio humano con la cepa H5N1.
Gripe aviar en humanos: La amenaza de la transmisión
Hace unos días, se ha registrado el primer contagio de origen desconocido en EEUU, lo que ha llevado a muchos expertos a preguntarse si estamos más cerca de ver un virus de gripe aviar que pueda propagarse entre humanos de manera eficiente.
Se trata de uno de los mayores temores en relación con la gripe aviar: que el virus sufra una mutación o reordenamiento genético que le permita transmitirse fácilmente entre humanos. Esto es exactamente lo que ocurrió con el virus de la gripe H1N1, que causó la pandemia de gripe en 2009, y la posibilidad de que el virus de la gripe aviar adquiera esta capacidad sigue siendo una amenaza latente.
Los virus de la influenza son altamente propensos a mutar, y los virus de la gripe aviar no son la excepción. Algunos expertos temen que, si el virus se mezcla con un virus de la gripe humana en una persona o animal que esté infectado con ambas variantes, podría dar lugar a un virus híbrido que sea fácilmente transmisible entre personas.
El riesgo de una pandemia es aún mayor debido al aumento del comercio internacional, los viajes globales y la urbanización. Un virus que antes habría permanecido confinado a una región remota ahora puede propagarse rápidamente a través de continentes en cuestión de días. Este escenario convierte a la vigilancia y la preparación en aspectos clave para prevenir una crisis de salud global.
Factores que aumentan el riesgo de contagio de la gripe aviar
Hay varios factores que han contribuido al aumento del riesgo de que la gripe aviar se propague entre humanos:
- El comercio y la cría de aves: Las granjas industriales donde las aves están en condiciones de hacinamiento facilitan la propagación de enfermedades. Cuando una granja se infecta, el virus puede propagarse rápidamente y volverse endémico en ciertas regiones.
- Mercados de animales vivos: En muchos países asiáticos y africanos, los mercados de animales vivos son una fuente común de contagio, ya que las personas están en contacto directo con aves infectadas.
- Desplazamiento de aves migratorias: Las aves silvestres, especialmente las aves migratorias, juegan un papel clave en la propagación de la gripe aviar a través de las fronteras internacionales.
- Uso inadecuado de antibióticos y antivirales: El uso excesivo o incorrecto de antivirales y antibióticos en aves infectadas puede dar lugar a cepas resistentes, lo que dificulta el control de los brotes.
Medidas de prevención en explotaciones aviares
Una de las claves para prevenir la transmisión de la gripe aviar, tanto entre aves como de aves a humanos, es la implementación de medidas estrictas de bioseguridad en las explotaciones aviares. Estas medidas no solo reducen el riesgo de brotes en granjas avícolas, sino que también ayudan a evitar la diseminación del virus a la población humana. Algunas de las medidas más efectivas incluyen:
- Control de acceso: Limitar el acceso a las instalaciones avícolas es crucial para reducir el riesgo de introducción del virus. Solo el personal autorizado debe tener acceso, y siempre bajo estrictos protocolos de higiene, como el uso de ropa y calzado desinfectados.
- Desinfección de medios de transporte: Se ha demostrado que la entrada del virus en las explotaciones a través de los medios de transporte que dan servicio a la avicultura (transporte de animales, de pienso, servicios veterinarios, mantenimiento y otros) juega un papel fundamental en la diseminación de la enfermedad cuando alcanza una nueva región. La desinfección escrupulosa de estos vehículos y el evitar la entrada de los mismos salvo absoluta necesidad es esencial.
- Manejo adecuado de residuos: Los residuos, como excrementos, plumas o agua contaminada, deben ser gestionados de manera segura para evitar la contaminación de otras áreas de la granja. La eliminación segura de estos materiales es fundamental para controlar la propagación del virus.
- Control de fauna silvestre: Las aves silvestres, en especial las migratorias, son vectores clave de la gripe aviar. Para prevenir que estas aves entren en contacto con las aves de granja, es importante implementar barreras físicas, como redes y mallas, que impidan su acceso a los corrales y fuentes de agua.
- Desinfección regular: La desinfección regular de todas las instalaciones, incluyendo jaulas, bebederos y comederos, es crucial para eliminar el virus y reducir las posibilidades de contagio. Se debe emplear un protocolo riguroso que incluya productos desinfectantes adecuados para eliminar el virus de la gripe aviar como nuestro Sanitas Sinergy, Sanitas Forte Vet y Zotal Zero LZG. Se debe prestar atención a la fuente del agua de bebida y la calidad de la misma, pues el virus puede sobrevivir en aguas superficiales durante semanas.
- Vacunación en aves: En algunas regiones donde el riesgo de brotes es mayor, la vacunación de aves domésticas es una medida preventiva clave. Aunque no siempre previene el contagio, puede reducir la severidad de los brotes y limitar la propagación del virus. Las diferentes regiones tienen enfoques diferentes acerca de la vacunación.
- Monitoreo continuo: Implementar sistemas de vigilancia activa en las granjas para detectar signos tempranos de infección en las aves. Cualquier signo de enfermedad debe ser reportado de inmediato a las autoridades sanitarias, y la granja afectada debe ser puesta en cuarentena para evitar la propagación del virus.
Conclusión
En las explotaciones avícolas, implementar medidas de bioseguridad es esencial no solo para proteger la producción avícola, sino también para evitar que el virus alcance a los humanos. A través de la colaboración global, la investigación y el cumplimiento de las mejores prácticas, es posible mitigar el riesgo de que la gripe aviar se convierta en una nueva pandemia.